viernes, 20 de febrero de 2009

Cine para reflexionar


¿Vieron Milk?!, la nueva demostración de Sean Penn de que es uno de los actores más versátiles del mundo, sin lugar a dudas. Harvey Milk fue un activo defensor de los derechos gays en San Francisco durante la década del 70´. Fue asesinado junto con el alcalde de la ciudad por otro político disgustado por las maneras de llevar adelante sus ideas.
Penn lleva a cabo un papel extraordinario, el cual a los 10 minutos de película ya te atrapa. Pero, cuando una película te deja ganas de hablar de ella, quiere decir que acaparó tu atención, y eso no es poco en los tiempos que corren.
Harvey Milk supo cautivar a la comunidad gay de los Estados Unidos, un país con una sociedad tremendamente conservadora. Logró validar sus derechos a la par de los heterosexuales, promoviendo la igualdad en todos los ámbitos, especialmente en el laboral y antes las fuerzas públicas. Pero el triunfo de Milk sin lugar a duda fue lograr el voto de los heterosexuales, ya que sin éste no hubiese podido llegar a ser supervisor (algo así como un concejal o legislador para nosotros).
Y la charla que surgió post película comenzó tratando de descifrar que tuvieron las décadas del 60 y 70 para lograr que tantos íconos políticos y formadores de opinión hayan surgido y en diferentes lugares del mundo. Y porqué la opresión logró expulsar diferentes expresiones de libertad, pero todos en 20 años. Guevara, Mayo Francés, Lennon, Luther King, Milk, etc. Todos grandes íconos de la lucha, desde diferentes lugares, pero con un destino en común: quedaron en la historia por llevar sus convicciones hasta las últimas consecuencias.
También pensaba que las dictaduras, en especial en Latinoamérica, hicieron un trabajo cruel al apagar el deseo de muchos de sacar la cabeza para no seguir oprimidos por no poder “salir del closet”, como decía Milk.
También pensemos en la edad que cada uno de estos tenía al llegar a su mayor logro: eran jóvenes, realmente jóvenes. Que difícil se nos hace pensar en un joven que hoy pueda acaparar la atención del público en una tribuna política. También la sociedad a socavado tanto en los anales de la opinión pública, que ha logrado desconfiar de manera sistemática en las propuestas de menores de 40 años, no somos dignos.
¿Futuro negro?,…mmm, no. Tengamos esperanzas, algún día alguien va a confiar en que se puede salir de closet. Dios quiera.

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