miércoles, 18 de noviembre de 2009

Mayores alegrías

Hace un tiempo que estoy escondido, pero de una vez por todas era hora de sacar la cabeza del hoyo. Constantemente surgen disparadores de análisis, situaciones curiosas que logran tocarnos (a quienes nos gusta escribir) las fibras del pensamiento espontáneo, del análisis a "mano alzada" como dice mi amigo el colorado.
Una de las publicaciones más ricas en información y calidad de la misma, dentro del mundo de la música y "nuevas tendencias", es la Rolling Stone. El mes pasado presentaron un informe sobre el auge del "Reggae". Ustedes saben (o capaz no), que éste estilo de música nace a finales de la década del 60, más precisamente en Jamaica como un desprendimiento del "Ska", otro estilo un tanto más veloz, en lo que hace al tempo de las canciones.
La famosa revista decía algo así como "el reggae tuvo la brillante idea de brindarle a la gente, lo que la gente quería escuchar". Esta frase vino a cerrar un concepto que desde hace unos meses me está seduciendo.
Sería un tanto tedioso explicar algunos conceptos de la teoría musical, sin embargo, es interesante hacerlo para entender como esta teoría, tan matemáticamente creada, llega a modificar nuestro estado de ánimo, a veces para mejor, otras veces para el olvido. Habrán escuchado por ahí que existen acordes (conjuntos de notas) MAYORES o MENORES. Estos se componen básicamente por tres notas: 1era o tónica (denomina el acorde), 3era (hace al acorde mayor o menor) y 5ta (cierra la triada). Éste famoso tercer grado del acorde, tan importante en la armadura del mismo, les aseguro ha afectado su psiquis más de una vez. ¿Por que?. Muy sencillo: los acordes MAYORES son alegres, los MENORES son tristes.
Esta pequeña explicación teórica, sirve solamente de preámbulo para contarles algo que vengo masticando desde hace un tiempo y que la Rolling Stone supo hacer palabra: "estoy necesitando escuchar más acordes MAYORES". Con esto no quiero decir que el "Reggae" esté compuesto exclusivamente con acordes mayores, ni mucho menos. Extraordinarias composiciones de su más famoso exponente, Bob Marley, nacen con acordes menores y plagados de una extraordinaria poesía, en general contestataria. Sin embargo, estoy en una época en la que me he dejado cautivar por composiciones alegres, justamente, con acordes MAYORES. Descubrí esto luego de años de escuchar mucha música y vaya a saber por qué, ahora quiero escuchar música alegre. Ojo, estoy transitando una línea muy fácil de mal interpretar. Artistas emparentados directamente con canciones divertidas y que han hecho un culto de estas composiciones (Auténticos Decadentes, Kapanga, Rodrigo, La Mona Jiménez, etc.) tuvieron muchos éxitos con acordes MENORES. Más allá de esto, es importante comprender de qué acordes MAYORES me he enamorado últimamente. Estos están en composiciones de Dread Mar I, Louis Amstrong, Non Palidece, La Zurda, Jaime Cullum, The Beatles, Riddim, Stevie Wonder,…uh, que ensalada ¿no?, bueno, así es mi discoteca (o ahora hay que decir pendrive).
Les acerco un pequeño ejemplo de lo que hablo para que disfruten de unos acordes MAYORES tan agradables como el vuelo la armonía misma.



lunes, 8 de junio de 2009

El tiempo que nos tocan vivir



Tengo una visión particular sobre esta campaña electoral. Ustedes saben que el estudio de la filosofía de la antigua Grecia sirvió de base para el análisis de prácticamente todos los enfoques de la política mundial, desde aquellos años hasta la actualidad. Escribo esto y recuerdo a Mariano Grondona (mejor dicho, al imitador de Grondona), pero me animo a escribirlo igual, por más que me corra una gotita fría por la espalda. Aristóteles explica la demagogia como “una estrategia política que consiste en apelar a emociones (sentimientos, amores, odios, miedos, deseos) para ganar el apoyo popular”. Claro, es por esto que Aristóteles no defendía a la democracia como modelo, ya que observaba como indefectible la caída del pueblo “llano” en la demagogia como poder.
La Real Academia Española define a la demagogia como “práctica política consistente en ganarse con halagos el favor popular» y también como la degeneración de la democracia”. Otros pensadores asumen que “el demagogo no necesariamente conduce a las masas a la revolución sino que las instrumentaliza para sus fines personales, para proceder, una vez obtenida una amplia aprobación, no ya a un proceso de democratización o de trasformación del sistema sociopolítico, sino a la instauración de un régimen autoritario, del que el demagogo sea el indiscutido y despótico jefe”.
Estos apuntes me llevan a las siguientes conclusiones: no hay duda de que un pueblo sin cultura, o "llano", es muy fácil de manipular y los procesos por los cuales se llega a éste punto, han sido estratégicamente digitados (quién y cómo es una discusión genial y apasionante). Ver a candidatos ofreciendo plasmas a jugadores de fútbol, bailando en un programa de televisión o apelando a todas las estrategias antes mencionadas y teorizadas, dan lugar a pensar que elección tras elección esto se pone peor.
Por diferentes situaciones, me toca en estos días relacionarme con jóvenes de entre 18 y 24 años. Dialogando con ellos, observé un descreimiento en la política como herramienta de cambio. Se escucha a diario que los candidatos apelan a ganar el voto de los más jóvenes, ya que estos son los que aún no han definido su voto. Creo fehacientemente que no lo van a definir ni estando en el cuarto oscuro. Trágico, ¿no?.
Y, para colmo, alguno que otro se había dejado seducir por candidatos que ya han anunciado que no van a ser parte del Congreso, por más que la voluntad del pueblo los coloque en semejante lugar. “Bueno, pero es más noble que anuncien esto antes de los comicios, a enterarse después de ellos”, se escuchó por ahí. ¿Me están cargando, no?. Pues si, siento que nos están cargando.
Entre candidatos que regalan televisores, otros que no harán lo que proponen (pero ya lo avisan), otros que bailan en la tele y otros que apelan a su apellido (porque es parecido al del otro candidato) para conseguir votos, entiendo el descreimiento de los nuevos votantes, de los que ya tenemos algunas elecciones encima y de lo que vieron como guardaban las urnas más de una vez. En realidad, les soy sincero, cada vez entiendo menos.

lunes, 18 de mayo de 2009

Recuerdo

El Medio-Argentino-Medio recuerda a Mario Benedetti con su Poema sobre la Clase Media, en el cual se ve tan bien reflejado!

Clase media
medio rica
medio culta
entre lo que cree ser y lo que es
media una distancia medio grande

Desde el medio
mira medio mal
a los negritos
a los ricos
a los sabios
a los locos
a los pobres

Si escucha a un Hitler
medio le gusta
y si habla un Che
medio también

En el medio de la nada
medio duda
como todo le atrae
(a medias)
analiza hasta la mitad
todos los hechos
y (medio confundida)
sale a la calle con media cacerola
entonces medio llega a importar
a los que mandan
(medio en las sombras)
a veces, sólo a veces, se da cuenta
(medio tarde)
de que la usaron de peón
en un ajedrez que no comprende
y que nunca la convierte en Reina

Así, medio rabiosa
se lamenta
(a medias)
de ser el medio del que comen otros
a quienes no alcanza
a entender
ni medio

Mario Benedetti

viernes, 3 de abril de 2009

La muerte como punto de partida.


Ayer pensaba, mientras el cuerpo de Alfonsín paseaba por última vez por la calle Callao, cuantas voces se alzaron con la necesidad de cubrir el silencio que deja la muerte. Cuantos viejos detractores hoy emocionados, cuantos grandes puteadores hoy sin palabras. Que efecto trascendental provoca la muerte en todos y más cuando le sucede a un personaje público, con el agregado de ser un tipo querido.
Mis recuerdos de Alfonsín se remontan a las boletas del SI – NO por el conflicto con Chile; desde ese punto y en adelante, tengo las voces de mis padres arengando por el radicalismo y, a poco de eso, desilusionados por el fin abrupto de aquella etapa.
De todos modos, mi reflexión hoy va hacia otro lugar, no el de la historia, ya muy relatada y juzgada, siempre desde el punto de conveniencia de cada uno. Sino al hecho, sin lugar a dudas histórico, que produjo la muerte de Raúl Alfonsín. Todos reconocimos en él un político carismático, con un poder de dialéctica quizá solo comparable al de Perón, con una creencia en sus convicciones poco reconocible aún en sus propios correligionarios y con un respeto popular sin igual, ayudado por la escasa (casi nula) aparición de dirigentes políticos de raza, luego de su renuncia en 1989. Pero, me preguntaba ayer mientras miraba el incesante caminar de los asistentes al sepelio, ¿estimábamos un acto de esta envergadura?, ¿alguien suponía que aún un político desde el cajón podía llegar a convocar adeptos?.


Alfonsín fue el último político que provocó autoconvocatoria de masas. A veces cuando observo a los dirigentes de hoy hablar para dos o tres mil personas que fueron traídas en micro, con la promesa de llevarse $20 a cambio del paseo, recuerdo aquella 9 de julio del 83´, tanto la Radical como la Peronista y pienso si realmente en esos 30 mil desaparecidos se han llevado a la clase dirigente que con sus utopías hoy podrían convocarnos. No lo sé.
Lo que sí observamos ayer fue un hecho político trascendental. Uno de los oradores hablaba de los valores de Alfonsín, esos que los que asistieron ayer al sepelio querían recuperar. Me vi reflejado en esa frase. El ex presidente murió en el mismo departamento que tenía antes de ser presidente, nunca tuvo una causa por enriquecimiento ilícito ni por mal desempeño en las acciones como funcionario público. Quizá de estos simples valores hablaba ayer el orador. Esta simpleza de la diferencia entre el bien el mal, de lo correcto y lo incorrecto, de los juzgable por un tribunal o no.
Esos valores tan simples en la vida cotidiana de la gente, fueron los que sacaron a miles de personas a la calle. Pensando que la última gran movilización autoconvocada fueron los cacerolazos de diciembre del 2001, esto brinda un futuro esperanzador. Recuperar esos pequeños valores desde el lugar que nos toca, puede llegar a cambiar el rumbo de una sociedad hoy enceguecida por el individualismo. El hecho de ayer, sin tintes partidarios, puede ser una bandera, que el martes bajamos a media hasta y con ese impulso quizá logremos levantarla.

miércoles, 11 de marzo de 2009

De Riquelmes y algo más...

A veces cuando arranco a escribir en este espacio, pienso realmente si alguien que no vive en la Argentina lee estas líneas, ¿qué conclusión sacará sobre nuestra idiosincrasia nacional. Realmente, ¿piensan que los que aquí nacimos y vivimos somos todos chantas?, ¿entenderán todo lo que generamos?, ¿en qué lugar del mundo se nos parecen?.
La renuncia de Juan Román Riquelme a formar parte de la selección nacional de fútbol, comandada por Diego Maradona, genera más (pero muchos más..) comentarios entre la sociedad que algunos temas de interés nacional. Temas de interés común a casi todos los habitantes de éste suelo. ¿Es el fútbol el que genera esto o será que el puterío general nos encanta?.
Sería digno de un estudio sociológico, calcular cuanto interés en la opinión pública generaron dos declaraciones muy promocionadas en los últimos días: la renuncia de Riquelme y el pedido de pena de muerte a cargo de Susana Gimenez.














Lo que es muy divertido también, es observar las conclusiones apresuradas, teñidas por una sapiencia digna de un pensador griego, que el ciudadano común saca sobre estos temas. A saber: tachero (taxista, por si no sos un Argentino Medio) opina: "Riquelme es un pecho frío", y lanza su mejor latiguillo: "yo lo dije siempre, éste tarde o temprano iba a arrugar". A veces pienso: el "yo lo dije siempre", ¿desde cuándo viene?; ¿desde la creación del mundo?; ¿"siempre" y solamente habla de Riquelme?; cambiar de opinión, ¿es un pecado para él?.
Rosa, esa vieja de mierda que vive en frente de mi casa y que no para de quejarse, aseguró en un cruce que tuvimos en la verdulería: "Susana tiene razón, hay que matarlos a todos, saquemos el ejército a la calle". (Quiero aclarar que la charla la tenía con el verdulero y no conmigo, yo con Rosa nunca paso de un risueño "¿qué tal?", una pregunta que no pide respuesta). Ante semejante aseveración de Rosa, medite camino a casa: "el todos, ¿me incluye?; ¿pretenderá vivir sola en el mundo?; cuando suelo tocar el piano, ¿ella se sentirá molesta y pedirá la pena de muerte para mi también?; ella, ¿sería capaz de matar a alguien?". Por lo pronto, voy a intentar tocar el piano en horas lejanas a la siesta.
El tachero y Rosa son difusores y formadores de opinión, con menos publicidad que un medio de comunicación, pero con llegada al fin. Indudablemente, sus apresuradas declaraciones entran en los oídos de desprevenidos oyentes y, desgraciadamente, muchos hacen eco de ellas.
Sin lugar a dudas, tanto las declaraciones de Susana como el tema Riquelme, son emblemas de lo poco reflexivos que somos los Argentinos Medios cuando emitimos opinión. Susana si medir consecuencias de lo que dijo y sin recordar la incidencia de sus dichos en la gente. Riquelme, hablando de algo que atañe a él y a Maradona (en principio) en cadena nacional. El tachero, sin saber si el pasajero es el hermano de Riquelme o Rosa, desconociendo si alguno de los presentes en la verdulería era familiar de algún desaparecido por la dictadura.
Tampoco podemos pretender que Rosa o el tachero hagan un relevamiento de opinión antes de emitir la suya o un estudio de campo para vertir un comentario en la verdulería. Pero, una de las características de nuestra idiosincrasia es, sin lugar a duda, nuestra capacidad sin igual para día tras día hablar al pedo.

viernes, 27 de febrero de 2009

Mano y contramano













Hace algunos años el medio argentino se le animó al Camino del Inca. En esta agotadora travesía conoció a una pareja de franceses que tenían mucho para decir. Una de las mil anécdotas que contaron fue de más jugosa.
Ellos vivían en la Guayana Francesa. Comenzaron su viaje desde allí, bajando por la costa del Atlántico hasta llegar a la desembocadura del Amazonas. Desde allí y en barco, remontaron la famosa cuenca hasta llegar a Perú.
Contaba Alex que mientras navegaban, la embarcación se detuvo. Ellos, que no tenían un excelente dominio del idioma portugués, ni del Español, ni del Ingles, (pero entre todos armaban algo) comenzaron a averiguar que había sucedido. El barco había sufrido un desperfecto en el motor y no podían continuar, debían esperar 12 horas hasta que otro barco de la misma empresa pasara por ahí. Ellos, tremendamente consternados, intentaban hablar con los demás pasajeros que, para sorpresa de los franceses, no emitían ni sonido ni opinión. “Aquí en Sudamérica no saben lo que es la revolución”, decía Alex, hijo de una militante estudiantil participante del Mayo Francés. Claro, para él era difícil entender la pasividad de los demás, como nadie se revelaba ante semejante despropósito, cómo en la era de la comunicación debía esperar tanto para terminar su viaje.
Ayer el argentino medio recordó esta charla mientras observaba a un grupo de gente cortando la Avenida Pueyrredon, disgustados por la nueva normativa del a Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires; la cual ha decido volver a hacer doble mano a dicha Avenida Porteña, con tres carriles para un lado y dos para el otro.
Este pequeño grupo de personas provocó un caos vehicular importante, en hora pico, que tuvo como consecuencia la transmisión de la protesta por varios medios periodísticos.
El argentino medio pensaba si aquel francés se sentiría feliz al ver que la gente levanta la bandera de la protesta ante algo que les parece injusto (hablando de bandera, uno de los manifestantes no paraba de flamear una bandera Argentina, ¿qué habrá querido decir con esa acción?, ¿pretenderá que conviertan a Pueyrredon en ruta nacional?, ¿habrá pensado que las nuevas dos vías traerían ingleses y ya estaba preparando el aceite caliente? o ¡¿tendrá un negocio de venta de banderas y estaba promocionando algún nuevo modelo?). También pensó si Alex estaría de acuerdo con que corten una de las arterias principales de la ciudad en un horario tan traumático.
El rechazo al cambio ha sido motivo de muchos estudios sociológicos y psicológicos. Sin embargo, este es un cambio con una particularidad: será puesto en práctica por 90 días. Con ese período contará la Legislatura Porteña para determinar si el cambio fue positivo o no; y en consecuencia, ampliar el período de prueba, formalizar la normativa o quitarla.
Entonces, el argentino medio se contacto vía mail con Alex y le contó la situación, a lo cual el francés dijo: “en Sudamérica siguen sin saber lo que es la revolución”.

viernes, 20 de febrero de 2009

De talentos orientales

Ayer hablaba con Mauricio Mayer, amigo y músico (aprovecho para recomendarles una visita por su www.myspace.com/mauriciomayer) sobre la necesidad de los melómanos de estar todo el tiempo recomendándonos discos, artistas y música en general. Discutimos sobre la necesidad de realizar una especie de consultora, especializada en aconsejar diferentes músicas para el evento indicado. Bueno, la charla siguió hasta llegar a la recomendación que paso a realizarles. Algo que podría hacer todos los viernes.
La señorita en cuestión se llama Hiromi Uehara, pianista japonesa que en marzo recién cumplirá sus primeros 30 años. Hacer un paso por la biografía de semejante talento sin que la puedan escuchar, me parece robarles el tiempo. Vean y escuchen, sigo después.

Admito que es, sin lugar a dudas, lo más interesante que he escuchando en los últimos tiempos. Es muy sencillo encontrar virtuosos en discos y más en Internet, lo difícil es que tenga gusto lo que interpretan. Hiromi creo que ha logrado un mix perfecto entre su tremenda capacidad técnica para interpretar el instrumento y gusto hermoso en sus discos. Entiendo también que, probablemente, no es muy sencillo digerir lo que Hiromi toca. Sin embargo, la originalidad con la que concibe el jazz, produce una indiscutida admiración. Les recomiendo Beyond Standard, su último disco.

Cine para reflexionar


¿Vieron Milk?!, la nueva demostración de Sean Penn de que es uno de los actores más versátiles del mundo, sin lugar a dudas. Harvey Milk fue un activo defensor de los derechos gays en San Francisco durante la década del 70´. Fue asesinado junto con el alcalde de la ciudad por otro político disgustado por las maneras de llevar adelante sus ideas.
Penn lleva a cabo un papel extraordinario, el cual a los 10 minutos de película ya te atrapa. Pero, cuando una película te deja ganas de hablar de ella, quiere decir que acaparó tu atención, y eso no es poco en los tiempos que corren.
Harvey Milk supo cautivar a la comunidad gay de los Estados Unidos, un país con una sociedad tremendamente conservadora. Logró validar sus derechos a la par de los heterosexuales, promoviendo la igualdad en todos los ámbitos, especialmente en el laboral y antes las fuerzas públicas. Pero el triunfo de Milk sin lugar a duda fue lograr el voto de los heterosexuales, ya que sin éste no hubiese podido llegar a ser supervisor (algo así como un concejal o legislador para nosotros).
Y la charla que surgió post película comenzó tratando de descifrar que tuvieron las décadas del 60 y 70 para lograr que tantos íconos políticos y formadores de opinión hayan surgido y en diferentes lugares del mundo. Y porqué la opresión logró expulsar diferentes expresiones de libertad, pero todos en 20 años. Guevara, Mayo Francés, Lennon, Luther King, Milk, etc. Todos grandes íconos de la lucha, desde diferentes lugares, pero con un destino en común: quedaron en la historia por llevar sus convicciones hasta las últimas consecuencias.
También pensaba que las dictaduras, en especial en Latinoamérica, hicieron un trabajo cruel al apagar el deseo de muchos de sacar la cabeza para no seguir oprimidos por no poder “salir del closet”, como decía Milk.
También pensemos en la edad que cada uno de estos tenía al llegar a su mayor logro: eran jóvenes, realmente jóvenes. Que difícil se nos hace pensar en un joven que hoy pueda acaparar la atención del público en una tribuna política. También la sociedad a socavado tanto en los anales de la opinión pública, que ha logrado desconfiar de manera sistemática en las propuestas de menores de 40 años, no somos dignos.
¿Futuro negro?,…mmm, no. Tengamos esperanzas, algún día alguien va a confiar en que se puede salir de closet. Dios quiera.

lunes, 2 de febrero de 2009

Un solo Davis entre Miles!!



“De qué planeta viniste”, diría Víctor Hugo Morales si disfrutara tanto como yo de los discos de Miles Davis. Usualmente pienso en cuáles han sido los planetas que se habrán alineado para traer a la tierra semejante virtuoso.
Para los que no saben, Miles Dewey Davis es a la trompeta lo que Maradona es a la pelota, Miguel Angel al pincel o Ana María Giunta al tenedor. Todos utilizaron un medio para llegar a la grandeza (Ana, va con cariño…).
Recuerdo con mucho cariño mis primeros contactos con el jazz y los discos a los que tuve acceso. El gran Oscar Alemán, Bessie Smith y los paseos por el Tortoni para escuchar a la Fénix, cuando aún mi edad se escribía con una cifra sola.
Pero cuando escuché Kind of Blue, algo detonó en mi. Ya hacía algunos años que estudiaba música y cuando algo así sucede el planteo es inmediato: es muy probable que dejes de tocar. Gracias a Dios no fue así, pero la entrada de So what! te hace replantear que es muy posible que Víctor Hugo tenga razón, Miles fue de otro planeta.
A 50 años de la edición de ese disco aún se lo sigue nombrando como una bisagra dentro del estilo y como un icono de la interpretación y la improvisación.
Muchos han tildado al jazz como un estilo elitista o difícil de entender. Mentira. El jazz es, al igual que otras expresiones artísticas, víctima del gusto del consumidor: te gusta o no. No hay demasiado que entender, si te mueve algo ahí dentro, sirve.
Davis transito varias décadas imponiendo en cada un de ellas su inigualable estilo, siempre a la vanguardia y haciendo caso omiso de lo que pensaban algunos catedráticos del género.
Para los amantes de las biografías, recomiendo la autobiografía de Miles Davis, una enciclopedia del jazz.

lunes, 26 de enero de 2009

Un brindis por Manuel.

Durante el fin de semana tuve algunos encuentros con la realidad social argentina. Deseoso de comentarlos, espero estar a la altura de los lectores y ser un correcto relator de mis experiencias. Lógicamente las mismas entran por mis ojos y oídos, son procesadas por mi cerebro (o lo que queda de él) y vomitadas en éste espacio. Hecha esta aclaración, quiero que sepan que no estoy buscando consenso sobre mis opiniones, menos armar un grupo de auto ayuda. Quizá llamar a la reflexión, pero eso ya sería mucho pedir.
Transitando los primeros años de educación secundaria, mis compañeros y yo contábamos con la enorme bendición de poder elegir entre dos bibliotecas para buscar información. Es cierto, Bernal contaba con la Mariano Moreno (fundada en 1932) y la Manuel Estrada (fundada en 1938). Casualmente, ambos personajes ejercieron el periodismo con un nivel de redacción e intelectual difícilmente comparable en nuestro tiempo. Pero no me quiero entrometer en cuestiones biográficas, sino en la realidad cotidiana que sabíamos transitar aquellos adolescentes.
Lejos de saber que años después Internet nos daría casi toda la información que se necesita para estudiar, algunos optaban por la Estrada, más pequeña y con un clima más íntimo. Otros iban a la Moreno, más moderna y con otra estructura edilicia que atraía a los más jóvenes.
Calculo que no muchas ciudades del país tenía la posibilidad de contar con dos bibliotecas de éste nivel. Ambas tenían clasificados títulos muy antiguos y de un valor increíble, con un fácil acceso para la comunidad. Y para colmo, una enfrente de la otra.
Es claro, los años pasan y es probable que a instituciones como estas se les haga muy difícil conservar la concurrencia de antaño y que el mantenimiento de las mismas se haga cada vez más complicado.
Hacía varios años que no pasaba frente a las bibliotecas y el viernes lo hice. La Moreno está reluciente y con la fortuna de tener un auditorio que recibe casi todos los fines de semana a diferentes artistas realmente destacados de nuestro país. La Estrada tiene una iluminación que antes no tenía, está abierta de noche, grandes ventanales dejan ver su interior: claro, la Estrada es un hermosa cervecería, y muy bonita por cierto.
Les juro que con mucho desconsuelo observé mis años adolescentes pasando por la Estrada. Qué pasó?.
También intenté no quedarme en la queja lógica e ir un tanto más allá. Qué una biblioteca cierre sus puertas al público habla de un deterioro educacional o de una nula capacidad de quienes se encargan de la educación para actualizar estas instituciones?.
Ayer el diario Clarín publicó una nota que decía que la principal preocupación de los bonaerenses era la inseguridad. Lo que me llamó la atención era que la educación era la última preocupación de los que habitamos la provincia de Buenos Aires.
Es cierto que la inseguridad es un tema para solucionar hoy, pero no encontramos ninguna relación entre éste inconveniente y la falta de educación?.
Lejos de teorizar sobre temas que no son mi especialidad, me quedo en el papel que me toca, el de comunicador. Y observando esta realidad e imaginando un cuadro de situación hipotético, alcancé a ver a Manuel Estrada pidiendo una cerveza más e invitando a Mariano Moreno a cruzarse un ratito. Y aunque Estrada haya nacido 40 años después de la muerte de Moreno, éste se negó rotundamente a la invitación, dispuesto a morir en la suya, una vez más.

viernes, 23 de enero de 2009

Viernes que te quiero viernes!

Ustedes saben que VIERNES proviene del latín "veneris dies", día de Venus. Cuenta la historia que antes de la fundación de Roma, Venus era venerada como la diosa protectora de los huertos, pero a partir del siglo II antes de Cristo fue asimilada a la diosa griega Afrodita. Diosa del amor. Creo que es cierto, el viernes es un día genial para dedicárselo al amor, además comenzar el fin de semana con el pié derecho hace que el descanso sea más rendidor. Pero no todas las culturas se lo dedican al amor. Los árabes consideran que el viernes es el día de “reunión” y dedican parte de su tiempo a estar en la mezquita. Además, en idioma árabe viernes significa: “reunión”.
Un viernes que caiga en el día 13 de cualquier mes se considera un día de mala suerte en las culturas anglosajonas. Según los registros, un viernes 13 de octubre de 1307, bajo las órdenes del Rey Felipe IV de Francia, un grupo de los llamados Caballeros Templarios, fue capturado y llevado a la Santa Inquisición para ser juzgado y condenado por diversos crímenes en contra de la cristiandad. Desde aquel viernes, y hasta nuestro viernes, la tradición sigue intacta en varios lugares de Europa.
Sin embargo éste crisol de razas que conforma nuestro país ha dado otra cualidad casi inevitable a los viernes. El argentino medio considera a éste, el último día de la semana, el momento ideal para reunirse, al igual que los árabes. Tomamos algo de los griegos e intentamos ponerle pasión al viernes. Pero sin lugar a dudas, y aunque parezca mentira, la cultura anglosajona influye de manera significativa en nuestros viernes. Y por que hago esta introducción?. Según Clarín “El viernes se convirtió en el peor día para salir de la Ciudad”. Casi 2 millones de autos entran durante el día a la Capital, pero lo más cómico es que pretenden salir todos juntos. Según los especialistas, indican que el llamado horario pico se extiende cada vez, llegando a ser de 18hs. a 21.30hs. Puente Pueyrredon, Panamericana, Gral. Paz., todo colapsado.
Pero el argentino medio, entre bocina y toque de paragolpe, reflexiona. Piensa que es real la teoría que dice que el ser humano es el único ser que tropieza dos veces con la misma piedra. Es irritante pensar que todos los viernes existe el mismo problema. En ciertas ocasiones observa con gracia como Personal de Prefectura algunos viernes decide dirigir el transito vehicular y ciertos viernes no. Estarán cansados.
Si en dos años el parque automotriz creció un 45%, es lógico pensar que si tenemos un semáforo a 30 metros de la bajada de una autopista que hace dos años no formaba colas interminables, hoy si las forma. Hay que sacar el semáforo o correrlo?. El argentino medio no lo sabe, pero está seguro que hay no va. Como tampoco entiende como ese Dodge 1500 modelo 72, sin chapa patente y con claros signos de estar más cerca del arpa que de la guitarra, sigue en la calle. “Hay que sacar estos autos de circulación”, indica otro medio argentino desde su Ford K. Pero porqué mandar al pobre “yeyo” a la hoguera, porque destruir a un emblema nacional como el 1500; qué derecho tenemos de dejar al pobre hombre a pata?. Simple: las compañías de seguros no aseguran un auto en tan mal estado, evitan hacerlo también con vehículos con vidrios rotos o rajados y menos aún sin patente. Por ende ese automóvil transita ilegalmente, produciendo un volumen mayor en el parque automotriz y evitando el reciclado del mismo. Y si se trabaja sobre un Plan Canje?, “YA!!”. Yeyo, no tengo nada contra vos, pero no sabes como me rompe que al del K lo para la policía y a vos no, sabiendo que el que transita en infracción es el “milqui”, pero el K 0km. puede meter algo entre el registro y la cédula, no?.
Sin lugar a dudas es hora que los “especialistas” de vialidad junto con una decisión política firme, comiencen a trabajar en el tema. Queremos volver a tener viernes con más amor que bocinas, con más reunión que amontonamientos, con más suerte que desgracias.



martes, 20 de enero de 2009

Obama mia bama mia bama mia let me go!!!

El medio argentino medio tiene como característica principal no sentirse cómodo casi en ningún lado, y básicamente en su lugar de pertenencia. Alguna vez regresando de Europa pensé: “si éste vuelo me depositara en San Pablo, Caracas, Santiago o el DF, cuál sería la diferencia?”. Lógico, que no conozco a nadie, pero por lo demás….
Al ver tanto despliegue por la asunción del nuevo presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, empecé a recordar las aglomeraciones populares en nuestro país, y las motivaciones e ilusiones que ellas arengaban.
Recuerdo ver como familiares míos acondicionaban el redoblante para ir a los actos que convocaba Raúl Alfonsín en su campaña a presidente. Emociona pensar que un tipo, y todo lo que él significaba, llenaba una plaza de mayo o metía 1 millón de personas en la 9 de julio, sin demasiado clientelísmo.
Como un párrafo de un libro de Ibáñez, mi abuelo contaba la historia del 17 de octubre de 1945 con lágrimas en los ojos y con la misma voluntad que tenía hace 50 años parecía ponerse de pié en su andador para llegar a mojarse los pies en la fuente de la plaza. “Y a mi no me dieron nada, ni casa, ni juguetes, ni máquina de cocer, me dieron la esperanza de un país mejor”, decía mientras disfrutaba hablar de política con su nieto.
Cada tanto, generalmente a fin de año, recibimos esos mail en cadenas que dicen: “sabías que los chicos que el año que viene ingresan en la universidad no conocieron el walkman, ni vivieron el mundial 86?´”. Qué viejos nos sentimos,… o por lo menos hace que tomemos conciencia que algo de historia tenemos en nuestra espalda.
Pero siempre pienso que a estos mails les falta algo: “sabías que los chicos que entran éste año en la universidad no saben lo que es un líder carismático que por sus convicciones nos haga tener esperanza en el futuro y cariño por nuestra tierra?”.
Que lejos nos encontramos de volver a aquellos tiempos en los que una mente convocaba. De todos modos siempre prefiero ver con visión optimista y pensar que no es necesario volver, sino llegar a otro destino. Pensar en un futuro en el cual tengamos líderes de opinión, sin necesidad de que tomen clases de teatro para saber como mover los brazos en un discurso y así llegar al pueblo. ¿Es tan imposible pensar en un futuro con líderes de opinión que logren convocarte a tomar un colectivo para ir a escuchar su discurso y sus proyectos?. Desde donde tenemos que partir para llegar a ese destino, lamentablemente éste medio argentino medio no puede saberlo, solo nos quedaremos con la ilusión de llevar a nuestros hijos, mejor dicho a nuestros nietos, a la asunción de un presidente con la bandera argentina en la mano.




martes, 13 de enero de 2009

Quiero tocar la guitarra todo el día

El argentino medio sigue con el oído más afilado que nunca, tratando siempre de no despertar sospecha de su agudeza para escuchar lo que los demás quieren mantener en dudoso secreto.
Situación: ascensor. Un muchacho le dice al otro: “vengo del anterior laburo, fui a hacer unos trámites. Allá andan re calientes porque les pusieron reloj para marcar horario de entrada y salida, es para matarlo al jefe”. El argentino medio y los dos colegas de ascenso subían a sus respectivos pisos a trabajar, paradójicamente a horario.
Y ahí empecé a pensar, de donde sale esa característica tan peculiarmente nacional de no respetar los tiempos. En realidad yo me pregunté: “¿y cuál es el problema de marcar horario?, si nosotros tres estamos llegando a horario y nos vemos todos los días en este mismo cubículo, a la misma hora, o sea, la adecuada”, siempre sin emitir sonido alguno, si podría ser invisible, mejor.
El argentino medio vive tratando de trabajar lo menos posible y ganar cada vez más. Me pregunto si está mal: no, absolutamente no. Quiero trabajar cada vez menos y ganar cada vez más. Y si es posible no trabajar, mejor aún. Pero dónde, en que lugar se esconde la culpa. Por que no dudamos jamás en lanzar un “ah, a vos si que te va bien”, con singular envidia, a quien logra ese cometido. “Andá a laburar”, otra muy conocida también.
El periodista y escritor Enrique Symns hace mención en su libro “El Señor de los venenos” sobre un hecho que a mi me movilizó preguntas sobre estos menesteres. Symns comenta que en una fiesta en un departamento de un amigo un vecino se quejó por el fuerte volumen de la música. Era un día de semana y el vecino quería (¿o necesitaba?) dormir ya que tenía que levantarse a trabajar temprano. El amigo de Symns abrió la puerta, atendió el enfervorizado reclamo y respondió: “y quién le ha dicho a usted que el trabajo tiene más derecho a obtener ventajas que el placer de escuchar música a todo volumen?”.
Hasta donde estamos dispuestos a tirar de la cuerda, hasta que se rompa no?. Si cuando estamos buscando trabajo y conseguimos uno y nos ofrecen un sueldo por 8 horas de laburo, respondemos: Si, acepto. Por qué cuernos al segundo día queremos escapar a las 6 horas y al día siguiente a las 5. Y peor aún, cuando nos ponen un reloj nos quejamos como si tuviésemos derecho alguno.
Ser contradictorio el argentino medio, no?. Y ahora dejo de escribir porque voy a tratar de rajar antes del laburo.


lunes, 12 de enero de 2009

Haciendo la cola

Las consideraciones del día se refieren a un hecho bien típico del argentino medio: como nos gusta hacer cola. Los trámites en cualquier Registro Civil suelen se odiosos para cualquiera; lo paradójico es que son tan molestos para el que va a realizarlos como para el que los realiza. Y digo esto pensando en la falta de actitud del personal que en estos recintos trabaja, da la impresión que estamos ante una lucha enfervorizada por saber quien está más enojado, si ellos por trabajar ahí o nosotros por ir a molestarlos.
Abre a las 8hs., cierra a las 12hs.”Lindo horario”, rebuzna con ironía argentina una vieja sacacharla, a la cual ignoro sin ni si quiera cruzar mirada (si la miras estás perdido).
Comencé a hacer la cola a las 6.30, ya que me habían anticipado que si quería conseguir un número para realizar el trámite para anotar a mi hija había que estar temprano. Me lo tomé con filosofía oriental y con diario en mano me propuse hacer la fila sin chistar, tampoco hablar, pero si escuchar.
A las 8 de la mañana abrieron las puertas del Registro Civil y cual ganado nos dispusimos a ingresar en el recinto, y disparados, cada uno se dirigió al mostrador correspondiente. El mío era en el primer piso, llegué en séptimo lugar y detrás mío se ubicaron unas 50 personas, aproximadamente.
8.15 una dama con algunos kilos de más (al igual que la tintura que en su cabello relucía) abrió la puerta de la oficina que indicaba “NACIMIENTOS” – números limitados. Y exclamó: “solamente damos 5 números”.
Pero en que cabeza entra que en un Partido como Quilmes, se puedan anotar a 5 niños por día, “de qué planeta viniste gordi?”, me pregunté aún sin exteriorizar sonido. Una vez que atendió a las primeras 5 personas en la fila, volvió a mostrar sus credenciales y dijo: “por hoy no atendemos más, vuelvan mañana”. Eran las 9.00hs.
Viendo el incremento de la temperatura de los que tenía detrás de mí, me acerqué a la señora y le dije con considerable respeto: “pero vos que mierda te pensas, que yo mañana voy a venir a las 5 de la mañana, y pasado a las 4 y así hasta que a vos se te cante atendernos?”. A lo que me respondió: “las quejas abajo con la delegada”, y cerró la puerta ante el desconcierto de los allí presentes.
Un puñado de personas bajamos las escaleras buscando a “LA DELEGADA”. Otra empleada nos tomó el reclamo y nos dijo que aguardemos, mientras nos daba unos números para ordenarnos y de esta manera poder hablar con “LA DELEGADA”.
Esperando a ésta observé algo, de las 50 personas que estábamos en la cola para los nacimientos, 5 fueron atendidas, aproximadamente 10 bajamos a reclamar, de modo que sin chistar hubo 35 que tuvieron que volver al otro día. Bue, somos argentinos, un poco el dedito nos gusta no?. Pero como yo soy medio argentino, al ver la mano entera me asusto y me quejo.
“LA DELEGADA” me atendió y con todo respeto accedió a mi reclamo y me ofreció volver al día siguiente, con un turno dado por ella y con la promesa de atenderme personalmente. Hecho que efectivamente sucedió, pudiendo realizar mi trámite en tiempo y forma. Trámite que me permitió hacer otra serie de trámites.
Cuando me iba pensaba, si la señora con kilos de más y tintura haciendo juego hubiese tenido buena predisposición, hubiésemos ahorrado discusiones?. Si “LA DELEGADA” pusiera en práctica la metodología de los turnos, no sería todo más llevadero?. Si en vez de 10, nos hubiésemos quejado los 45, “LA DELEGADA” hubiese dado turnos a todos para el otro día?.
También me preguntaba si la señora con kilos de más y tintura en exceso cobraría un sueldo mediocre y por eso estaba enojada con nosotros. Si habría pasado una mala noche, al igual que todos nosotros, con recién nacidos que cada 3 horas necesitan comer.
Qué se yo, soy periodista, y preguntas me sobran. Pero algunas respuestas también me animo a dar. Que sociedad enferma que conformamos todos.


Primeras Consideraciones

Hace pocos días comencé una nueva vida, la de padre. Hace 12 días comenzó un nuevo año, el 2009. Hace 10 minutos tomé la decisión de retomar de forma pragmática mi amor por las letras. Estas son las consideraciones sobre la cotidianeidad de un tipo medio argentino, porque nunca me sentí muy de acá. Pero si me siento un Argentino Medio, ese que está en el montón, pero con ganas de sacar la cabeza siempre, el que sueña que va a hacer con la guita cuando gane el Quini 6, aunque nunca juega. El que putea cuando la gente ensuciala calle, mientras tira la colilla del cigarrillo a la vereda al terminar de fumar.

Medio Argentino o un Argentino Medio, para servirle.